Ayer reapareció en la noche rosarina “El Terrazón!”, el boliche nómade de la ciudad, que festejando su tercer aniversario, volvió con una fiesta impresionante en las instalaciones de la disco “Quintana Roo”, en pleno barrio Pichincha de nuestra ciudad.
Fieles a su estilo y siguiendo la esencia que los caracteriza y distingue del resto de la noche, los chicos de El Terrazón! ofrecieron para esta décima edición barra libre de fernet, cerveza, cuba libre y toc toc para las casi 800 personas que se hicieron presentes en la fiesta aniversario.
“Es impresionante cómo fue creciendo esta fiesta: de 50 personas que asistieron en la primera edición a recibir a esta cantidad enorme de personas a nosotros nos llena de alegría”, afirmó orgulloso Fede, uno de los organizadores de la fiesta. Y no es para menos, el nombre mismo de esta fiesta nos sugiere ya de antemano cómo fue el origen de esta fiesta que ya se está convirtiendo en un clásico entre los estudiantes.
El Primer Terrazón! fue en septiembre de 2006, en la terraza de un edificio ubicado en el centro de nuestra ciudad. “Queríamos hacer una fiesta con luces, bebidas, música; la organizamos y debido al lugar en el que la hicimos, le pusimos ese nombre”, comentó Santi.
El adjetivo de boliche nómade está inevitablemente asociado al crecimiento que tuvo la fiesta en convocatoria de gente. Llegó un momento en el que fue insostenible hacer El Terrazón! en la cima de un edificio, por lo que se fue trasladando a distintos lugares bailables de nuestra ciudad. “Esta fiesta se la debemos a la gente que se prende con la mejor onda y viene a pasarla bien... si no fuera por "los terrazoneros" esta fiesta no existiría", afirmó Matías, otro de los organizadores.
La mayor parte de la gente que se suma a esta fiesta proviene de distintas facultades de Rosario e incluso los mismos que la organizan son estudiantes de la UNR. “Si bien somos tres los que organizamos, no podemos dejar de lado el apoyo de todo nuestro staff de amigos que están siempre al pie del cañón para darnos una mano para lo que necesitamos”, comentó Matías. Afortunadamente, el clima fue favorable a la fiesta y la misma se desarrolló sin inconvenientes. Todo hace pensar entonces que no faltará mucho para que una nueva edición de este boliche se haga presente en algún sitio bailable de nuestra ciudad.
Por Juan Dellepiane
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