TreceOchenta es el nombre que recibió esta casa antigua, que alberga más de una función, se puede definir como bar, pero sigue siendo poco, ya que también se puede deleitar de los talleres de aprendizaje de: tango, poesía, milonga y mucho más. El lugar te invita no solo a comer y tomar una rica cervecita sino, a que seas parte de él, ya sea disfrutando de una buena guitarreada o apreciando un interesante soneto.
Esta casa, ubicada en la calle corrientes 1380, fue creada y fundada por los hermanos, Marcos y Javier Ravicule y un amigo de ambos Leonardo Montanaro. En un principio Marcos y Javier vivieron en un cuartito
de cuatro paredes situado al fondo de la casa. En una parte de la misma enseñaban milonga, teatro y tango.
En el año 2004 viajaron a España con muy poca plata en los bolsillos y con ganas de instruirse en materia de arte, baile y demás. Estuvieron más de 4 años, trabajaron de las ofertas que se les presentaron al pasar, además tuvieron la oportunidad de conocer y charlar con Joaquín Sabina. Fue en Madrid, donde se les ocurrió la idea de llevar a la ciudad de Rosario todo lo que aprendieron, vivieron y sintieron en las calles, institutos, teatros y bares españoles.
En España, el hermano mayor, Marcos, afiló sus pies y se profesionalizo con la milonga y el flamenco; el menor, Javier, se formó en teatro escénico, tiene los derechos de cualquiera de las obras de uno los dramaturgos mas clásicos, Shakespeare, también trabajó en el Teatro Cervantes de Málaga con profesionales y conocidos del teatro español; Leo Montanaro, dio clases de tango en un instituto español.
Una vez situados en Rosario, decidieron reformar la parte de abajo de la casa y usarla como Centro Cultural, en el fragmento de atrás se puso piso de madera para dar clases de tango, milonga y flamenco. Luego, se arreglaron zonas importantes como los baños y paredes, pero nunca perdió ese aire anticuado y rustico que la caracteriza. Después de tanto esfuerzo y dedicación, abrieron el establecimiento al publico, unos días mas tarde, el local cerró. No contaba con las condiciones necesarias que establecen los papeles municipales: no estaba terminada la salida de emergencia, los metros cuadrados no eran suficientes para ser llamado Centro Cultural, y demás obstáculos que no impidieron salir a flote otra vez.
Meses después, reestablecieron el lugar, tiraron paredes abajo y usaron la parte que da a la calle como resto bar y la parte de atrás se utilizo para dar las clases de los distintos talleres. Según señaló Javier “Gracias a la apertura del bar pudimos sacar a la luz el Centro Cultural porque, estaba clausurado”. Además de esto, expresó que el establecimiento es un espacio abierto para todo aquel que quiera sumarse a crear o aprehender de las diferentes clases que se dictan. “Lo bueno es encontrarse con amigos y empaparse de la cultura”, señaló Marcos Ravicule uno de los dueños del lugar.
Sumado a esto, según informó Leonardo, las actividades que brinda el Centro Cultural son muchas y variadas: los martes se baila flamenco, acompañado con músicos; los miércoles se puede disfrutar de un placentero recitado de poesía junto con guitarra en mano; los días jueves se enseñan las clases de milonga con alguna función sorpresa y; por último, los días viernes se puede apreciar y practicar tango.
El Centro Cultural esta abierto desde las 9:00 de la mañana hasta las 4:00 de la madrugada, las clases son gratuitas y libres, mas adelante van a poner un valor fijo de $20. No olvidemos que también cuenta con un bar en donde se puede degustar de ricos menús. El ambiente es familiar y novedoso, lo bueno es pasar un buen momento con gente conocida o por conocer sin dejar de empaparse de la cultura.
Lucia Pierucci
Lucia Pierucci
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