El ADIM es una escultura montada sobre un Falcon, que recorre las calles de diferentes ciudades del país regalando libros con el objeto de invitar a las personas al mundo de la lectura.
Raúl Lemesof es el mentor de esta práctica. El se encarga de conseguir donaciones de libros y de obtener combustible para poner en marcha el “arma” y redistribuir libros en ciertos sectores y ámbitos en los que extrañamente encontramos alguno.
Unos días atrás este extraño objeto visitó nuestra ciudad: pasó por Pichincha y por la biblioteca popular Cachilo. Como es presumible llamo la atención de todos los transeúntes, tanto por su apariencia como por el carisma de quien lo maneja: si de lo que se trata es de motivar la lectura, busca hacerlo con un componente humorístico. Por ello Raúl Lemesof grita a quienes pasan cerca o corre a alguien que está en un colectivo y por la ventanilla le obsequia un libro.
Conmovida por esta escultura que me encontró en Avellaneda y santa Fe, decidí ahondar un poco en la cuestión y consulté con Alejandra Lumia, una docente en psicología y ciencias de la educación que se especializa en lectura y que además es profesora en EGB, para que reflexionara sobre esta práctica. En el audio que sigue se pueden escuchar dos voces: por un lado Lumia y por el otro Lemosof.
Por imposibilidades espaciales y temporales no se pudo realizar una entrevista a Raúl Lemesof, por lo tanto su testimonio fue extraído de educar.com, quienes hicieron un video sobre el tema. El testimonio de Alejandra Lumia si fue realizado a través de una entrevista personal.
Carla Cipolletta
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